Útero en alquiler en tiempo de Covid-19

En la época del Covid-19 salieron a la superficie volviéndose urgentes, problemas relacionados

con la práctica del útero en alquiler.

Docenas de bebés permanecieron "estacionados" en un hotel en Kiev, en Ucrania. Niños

comisionados a una empresa especializada en reproducción humana.

Liudmyla Denisova, la Comisionada para los Derechos Humanos, quien personalmente sigue

la historia de los bebés en el limbo, hizo un llamamiento a la Policía Nacional, al Ministro de

Salud y al Ministro de Políticas Sociales para actualizar la legislación y excluir a los extranjeros

de las tecnologías reproductivas, con el fin de interrumpir el tráfico incontrolado de niños.

Actualmente no existen leyes específicas que regulen el sector, y el niño nacido de un útero

alquilado se considera el hijo de los padres comisionados desde su concepción, y la madre

"portadora" no tiene ningún derecho sobre él.

El precio del programa es de 55.200 euros (un intento) a 63.400 (intentos ilimitados) euros, el precio es parecido al de Ucrania. La agencia pone como requisitos ser parejas heterosexuales o parejas homosexuales, casados o padres solteros. La agencia recomienda que, en las parejas homosexuales, uno de los padres aporte su material genético. También la agencia, aclara que la Ciudad de México no tiene con una legislación específica sobre la Gestación Subrogada y no existen prohibiciones para llevar a cabo este procedimiento.

Sin embargo, según la Ley General de Salud de México no se pueden hacer procedimientos que tengan relación con el “comercio de órganos, tejidos y células”, así que la donación es aceptada por los “principios de altruismo, ausencia de ánimo de lucro y confidencialidad”. Además, la misma Ley da unas penas de seis a 17 años de prisión para la persona que "comercie o realice actos de simulación jurídica que tengan por objeto la intermediación onerosa de órganos, tejidos, incluyendo la sangre, cadáveres, fetos o restos de seres humanos”. Esta Ley puede ser interpretada en dos formas: como una prohibición, o como vacío legal basado sobre el hecho de que no se haga una mención específica a la noción de gestación.

Esta Empresa utiliza un procedimiento legal sencillo: a los padres de intención se hace firmar el compromiso con la mujer gestante ante notario, para que inicie el procedimiento judicial que termina con una Sentencia en la cual se declara la filiación del menor. Así, en el certificado de nacimiento mexicano, solo los padres de intención serán legalmente registrados como los progenitores del niño. El bebé regresará al país de origen de los padres que lo comisionaron con pasaporte mexicano (ya que en México se obtiene acceso a la ciudadanía por nacimiento) y luego obtendrá el de los padres.

El precio de pagar con estas prácticas es, pero mucho más alto de lo cotizado por las agencias: la manipulación de seres humanos, de las leyes, del derecho de cada niño de conocer a sus padres biológicos. ¿Entonces el objetivo justifica los medios? ¿Todo lo que es técnicamente posible es éticamente aceptable? ¿Quién es, en esta práctica la parte más vulnerable? Las preguntas éticas a quien todos tenemos que dar una respuesta son muchas y no pueden esperar, porque cada hombre, mujer y niños involucrados en este proceso merece ser respectado en su dignidad.

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